
Presentamos
en esta oportunidad las capacidades que ponen en acción los buenos directivos:
+ Gestionar
una institución teniendo en cuenta su complejidad y dinamismo.
+ Construir
el sentido de esa institución.
+ Diagnosticar
situaciones problemáticas y promover procesos de mejora.
+ Generar
vínculos proactivos con la comunidad.
+ Trabajar
en equipo.
+ Comunicar
de manera efectiva.
+ Realizar planificación e informe mensual.
Estas capacidades se conjugan con un “saber ser”, es decir,
un comportamiento ético y ciertas cualidades personales que hacen a los
directivos competentes.
Fuente:
El rol del directivo. Autor: Liliana Jabif. Fe y Alegría (2007)
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