Este término se refiere en ingeniería a la capacidad de un material para adquirir su forma inicial después de ser sometido a una presión que lo deforme. La resiliencia humana es la capacidad de un individuo o de un sistema social de vivir bien y desarrollarse positivamente, a pesar de las difíciles condiciones de vida y más aún, de salir fortalecidos y ser transformados por ellas. Posiblemente la resiliencia en cuanto realidad humana sea tan antigua como la propia humanidad, sin embargo el interés científico en ella es mucho más reciente.
Aparecen dos elementos básicos de la resiliencia: la resistencia frente a
la destrucción o la capacidad de proteger la propia integridad a pesar de la presión,
dicho en otras palabras la superación de las crisis, el dolor, la muerte, la
pobreza, como situaciones límites ante las cuales se resiste el ser humano,
como luchador innato y sobreviviente; y el otro elemento lo constituye la
capacidad de construir o reconstruir su propia vida a pesar de las
circunstancias difíciles. Esto remite al concepto oriental de crisis, como
dificultad y como oportunidad. Las crisis son conflictos de alta intensidad y
por lo tanto con un alto poder de transformar individuos y sociedades.
Les invitamos a resistir y transformar por más fuerte que se presenten las
dificultades. Y si se cree no resistir, recordemos a la Madre Teresa de Calcuta
que nos dejó ese hermoso legado y que lo recogió en su famosa frase: “Todo pasa”.
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