sábado, 6 de febrero de 2016

Reflexiones Educativas. El Amor



Es el principio pedagógico esencial. Amor se escribe con “a” de ayuda, apoyo, ánimo, acompañamiento, amistad. El educador es un amigo que ayuda a cada alumno, especialmente a los más débiles y necesitados, a triunfar, a crecer, a ser mejor.

El amor crea seguridad, confianza, es inclusivo, no excluye a nadie.

Es paciente y sabe esperar, por eso respeta los ritmos y modos de aprender de cada uno y siempre está dispuesto a brindar una nueva oportunidad. Amar no es consentir, sobreproteger, alcahuetear, dejar hacer. El amor no crea dependencia sino que da alas a la libertad e impulsa a ser mejor. Busca el bien-ser y no sólo el bienestar de los demás.

Ama el maestro que cree en cada alumno, lo acepta y valora como es, con su cultura, sus carencias, sus talentos, sus heridas, sus problemas, su lenguaje, sus sueños, miedos e ilusiones; celebra y se alegra de los éxitos de cada alumno aunque sean parciales; y siempre está dispuesto a ayudarle para que cada uno llegue tan lejos como le sea posible en su crecimiento y desarrollo integral. Además de amar a sus alumnos, el verdadero educador ama la materia que enseña (por ello siempre está buscando, investigando, actualizándose) y ama el enseñar, es educador por vocación.

 Reflexiona Internamente

¿Quiero realmente a todos y cada uno de mis alumnos, especialmente a los más débiles y necesitados?

¿Se sienten ellos queridos por mí?

¿Preparo con ilusión mis clases y me actualizo continuamente para desempeñar mejor mi labor?

¿Cuál –y cuándo- fue el último libro que leí sobre los contenidos que enseño o sobre pedagogía?

¿Qué debo mejorar en mi práctica educativa para practicar con mayor énfasis la pedagogía del amor?

Fuente: A, Pérez Esclarín. Las 5 vocales de la pedagogía.

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