La pedagogía es sencilla si
se basa desde el amor. Si en el corazón del pedagogo hay amor por dar los
conocimientos que se saben. Considero que el docente debe basar su carrera de
educar partiendo de la teoría de que su alumno desconoce lo que él sabe y que
ese estudiante lo llenará de preguntas y le asaltarán mil y una dudas y hasta
cuestionará lo que le están enseñando y a quién se lo está enseñando y cómo se
lo están enseñando. Es por eso que otra virtud del docente debe ser la
paciencia y si no la tiene hay que desarrollarla si se desea continuar
educando.
Cuando un estudiante
pregunta insistentemente y hasta comete errores en lo que está aprendiendo es
debido a su desconocimiento natural sobre el tema y es allí donde el docente,
con sus conocimientos, la paciencia aunada al amor y la humildad, debe lucirse.
Pero no con arrogancia, con desdén ante el desconocimiento y la falla del
estudiante. No. El docente debe ser tan humilde como lo es el estudiante que
recurre a él ante la duda y el desconocimiento para aclararle una y otra vez
hasta logar que el estudiante comprenda y haga de ese conocimiento una
herramienta.
Concuerdo completamente con
la expuesto en la página web importancia.org, cuando exponen que
¨la relación pedagógica que se establece entre un profesor y un alumno es muy
importante porque el modo en el que enseña una materia un docente puede ser
determinante para la comprensión por parte del alumno¨. Porque no es menos
cierto que ¨existen profesores que tienen muchos títulos académicos y saben
mucho, sin embargo, tienen poca capacidad de comunicar ese saber a los demás.
La pedagogía es una herramienta eficaz para determinar los límites y saber qué
está fallando de cara a una mejor evolución del alumno ¨.
Jorge Iglesias (2016)
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