Hace meses esta información fue subida al blog y hoy
la sentimos oportuna subirla otra vez para dar un mensaje de esperanza y
comprensión a todos quienes nos leen en estos tiempos de zozobra. Si solo lográramos
escucharnos mucho de nuestros pesares no existieran porque con oírnos y
entender lo que el otro necesita, los conflictos no se desarrollaran. Por eso
los invitamos a ESCUCHAR. Esta reflexión está basada a los estudiantes, pero
los invitamos a que la traspolen al devenir diario. Adelante.
Escucha
En
educación, hoy se habla mucho, pero se escucha y se dialoga muy poco. En
general, es el maestro el que habla y los alumnos repiten sus palabras. La
pedagogía está penetrada por una gran verborrea hueca. Los educadores deben
aprender a callarse y escuchar mucho más a los alumnos. Escuchar antes de
diagnosticar, de opinar, de juzgar. Escuchar no sólo las palabras, sino el
tono, los gestos, el dolor, la ira, los miedos, el rubor tímido.
Escuchar
para comprender y así poder dialogar. El diálogo exige respeto al otro,
humildad para reconocer que uno no es el dueño de la verdad, que el alumno
acude al acto educativo con saberes, vivencias y puntos de vista que el
educador debe tomar en cuenta. El diálogo implica búsqueda, disposición a
cambiar, a “dejarse tocar” por la palabra del otro. Hay que aprender también a
escuchar el silencio, para poder escucharse, y germinar en él palabras verdaderas,
coherentes, germinadoras de aliento y vida. Frente a un mundo y una cultura en la
que triunfan los charlatanes y los mentirosos, debemos cultivar una pedagogía
de la palabra como expresión de vida, palabra-testimonio.
Me respondo internamente
¿Escucho realmente a los alumnos, a los compañeros,
a los padres y representantes?
¿Escucho para comprender y así poder dialogar y ayudar?
¿Soy capaz de escuchar mi silencio para conocer qué
se oculta detrás de mis acciones, mis poses, mis palabras?
¿Me siento realmente escuchado y comprendido por
mis directivos y compañeros?
¿Enseño a mis alumnos a escuchar, qué hago para
ello?
¿Qué propongo para avanzar realmente en una pedagogía
de la escucha?
Fuente: LAS CINCO VOCALES DE LA PEDAGOGIA
Por:
Antonio Pérez Esclarín (2002)
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