
Sin
lugar a dudas la enseñanza está relacionada con el aprendizaje. Pero son dos fenómenos diferentes. El
aprendizaje es un proceso interno, que ocurre dentro de la mente de una
persona. En cambio, la enseñanza es una actividad visible.
Al
pasar por un sala de clases y ver a un profesor hablando frente a un grupo,
podemos afirmar que “está enseñando”. Pero, posiblemente, no podemos afirmar
que las personas que lo escuchan están aprendiendo, porque el aprendizaje es un
proceso mental, y la enseñanza es una actividad.
Otra
diferencia consiste en la relación
entre enseñanza y aprendizaje. Puede haber aprendizaje sin enseñanza y
no siempre la enseñanza produce
aprendizaje (al menos el esperado).
La
enseñanza es una actividad que se ha desarrollado en el seno de las culturas
humanas, desde que el hombre llamó a algo “aprendizaje” y entendió que se podía
influir sobre él. La enseñanza existe porque existe el aprendizaje. No puede
explicarse la enseñanza sin referirnos al aprendizaje. Sin embargo, al
contrario no sucede lo mismo. El aprendizaje puede explicarse sin hacer
referencia a la enseñanza.
Una
última diferencia viene dada por el tipo
de juicios que podemos hacer sobre una y otro. La enseñanza es una actividad social y tiene ciertas
reglas éticas. Un docente puede ser
juzgado por los demás si las sobrepasa. En cambio, no hay reglas éticas en el aprendizaje ya
que se trata de un proceso interno. Podemos
evaluar si una persona ha logrado el aprendizaje, pero no juzgarlo por ello.
Fuente: ¿Cómo se enseña? Gabriela
Alejandra Fairstein Silvana Gyssels. Caracas: Federación Internacional de
Fe y Alegría, 2003
No hay comentarios.:
Publicar un comentario