martes, 12 de septiembre de 2017

Todos los derechos para todos los venezolanos

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El principio fundamental de una democracia es que la soberanía, el poder, reside en el pueblo y es él quien decide sobre quién y cómo se ha de gobernar. Ese principio fundamental, el derecho del ser humano a elegir a sus gobernantes, se inserta en otro no menos importante, la división del poder del Estado de acuerdo a sus tres funciones: legislativa, ejecutiva y judicial.

Locke, Montesquieu y Rousseau, inspiradores de la independencia de América y Venezuela, fueron los pensadores políticos que dieron forma a ese principio sin el que una democracia no es auténtica. No basta poder elegir y ser elegido, es un requisito indispensable que exista una división de poderes del Estado, cada uno independiente del otro, para que exista democracia. Es necesario que cada poder sea contrapeso del oro, solo así se garantiza un balance que evite la concentración del poder en alguno de ellos. El desequilibrio y la concentración de poderes conduce al abuso y la arbitrariedad y la víctima de ello es el ciudadano.

Así, a parir del propio desarrollo histórico humano se crearon los tres poderes. Un poder ejecutivo que administra el Estado. Un poder legislativo que le da forma mediante un cuerpo de leyes. Y un poder judicial que garantiza el cumplimiento de esas leyes y el funcionamiento del Estado.

Esta idea de Estado democrático asumido desde la convergencia de estos poderes fue evolucionando y se instauraron democracias que, de una u ora forma, fueron estructurando estos tres niveles de Estado.


L E L M

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