Hace dos
meses y medio fuimos víctimas, en nuestro liceo, del hampa común, la
intolerancia y la ignorancia. Nos saquearon, dañaron lo que no se pudieron
llevar y con total desprecio han seguido a lo largo de este tiempo
incursionando en el liceo a llevarse lo que ha quedado.
Así iniciamos
un duro año escolar. Las promesas gubernamentales no se hicieron esperar y se
cristalizaron con unos cuñetes de pintura azul. Es todo.
Como el
proceso educativo sigue y no se ve avance ni intención de arreglarnos el
problemas, el profesor Jorge Acosta lideró, junto a los docenes Jorge Iglesias
y Edguin Ramos y unos estudiantes, el arreglo de los pupitres. Mucho pupitre
fue robado y dañado. Pues esos fueron los que los docentes y alumnos se dieron
a la tarea de arreglar. Logrando equipar
tres salones con esos pupitres arreglados.
Esta acción
debería multiplicarse y así poder seguir avanzando antes que sentarse a
rezongar que no hay esto o aquello.
Felicitaciones
docentes por esta iniciativa. Adelante.
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