Tenemos a nuestra disposición 365 oportunidades de mejorar, superar, realizar, perdonar... Para ello, recomendamos cuatro puntos para alcanzar las metas, estas son:
1. Soñar y llenarse de alegría: hay que iniciar el nuevo año con mucha esperanza, con optimismo, creyendo que podemos salir adelante, sin miedo y sabiendo que en todo podemos obtener victoria.
2. Planeación: siempre es bueno establecer metas concretas y realizables para el año que entra. Se debe insistir en realidades que no se queden en lo abstracto, y se debe señalar un itinerario para hacerlo de tal manera que no se quede en buenos deseos. concretar tres o cuatro metas para trabajar es fundamental para poder evaluar cuando termine el 2018.
3. Evaluar: vale la pena revisar qué hemos hecho, cómo hemos vivido, qué cosas positivas hemos tenido y qué errores hemos cometido. Se trata de entender dónde están las potencialidades y fortalezas que tenemos para seguir trabajando en ellas y, a la vez, precisar las deficiencias para hacer todo lo posible por mejorar y crecer en eso aspectos. Además, tener conciencia de lo que somos y de lo que queremos seguir siendo.
4. Orar: creemos en Dios, confiamos en su poder y en su misericordia. Es el momento de poner todo en sus manos y de comprometerse con Él a trabajar duro en su voluntad para lograr lo que nos proponemos. confiamos en su poder misericordioso y sabemos que con Él siempre somos capaces de salir adelante.
fuente: Padre Alberto Linero, 31 de diciembre de 2017
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