( Sayula,Jalisco,
16 de mayo de 1917 - Ciudad de México, 7 de enero de 1986 )
“Para Juan Rulfo siempre sobraban las palabras”. Eduardo
Becerra, profesor de literatura hispanoamericana de la Universidad Autónoma de
Madrid, recuerda el misterio de la exigua obra del mexicano. “Una vez incluso
confesó que no tiró Pedro
Paramo al fuego solo porque se lo impidieron. Yo creo que, si
por él fuera, habría dejado solo las ocho primeras páginas”. El próximo 16 de
mayo se cumplirá 101 años del nacimiento de Juan Rulfo, amo de una literatura
seca y terrosa, reflejo del México del que se apropió para sus historias (o
cuya escritura preludió el México de hoy), y ayer en Casa América en Madrid se
presentaron los actos de conmemoración del centenario del escritor, que incluyen
charlas, coloquios y exposiciones a ambos lados del Atlántico.
El Pedro
Páramo (que apenas supera las cien páginas), el libro de
relatos El
llano en llamas, y ese esbozo que fue El
gallo de oro, le valieron y bastaron a Rulfo para alcanzar un lugar
preeminente en la historia de la literatura. "Era un escritor
extremadamente exigente con su obra. Reescribía, cortaba, rehacía",
explicó Ramón Reverté, director editorial de RM, la casa que este año sacará al
mercado hasta 11 libros sobre todas las caras del mexicano. “Además de una
edición económica de sus libros, sacaremos un libro de tapa dura con toda su
obra, una biografía, un libro con sus fotografías, ensayos sobre su escritura y
escritos del propio Rulfo sobre Arquitectura, sus lecturas, o los pueblos
indígenas".
Pocas palabras. Las justas. Las
suficientes. Una literatura adelgazada y esencial cuyo autor, fallecido en
1986, cumpliría 100 años ahora y que desde su México primigenio logró, en
palabras de la profesora Alfaro, "abordar el patrimonio de las letras
universales".
Fuente: elpais.com.es
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