En celebración a esta fecha tan
especial, nuestro querido amigo y colega, Edgar Barrios, nos escribió una
hermosa carta dirigida a todo el personal que labora y estudia en nuestro liceo.
¨Es una sencilla antología del libro y un breve exhorto a la lectura¨, así
rezaba su nota cuando nos envió esta excelente epístola.
Carta
para Leer
Estimados Alumnos:
Me dirijo a ustedes
expresando un respetuoso saludo y augurando el mayor de los éxitos en su vida
estudiantil y en todos sus proyectos académicos, familiares y personales.
Tal vez les resulte algo
extraño recibir esta epístola, la cual redacto en el marco de la celebración
del día del Libro y el Idioma, invitándoles a obviar, en este caso, a su
emisor, el cual es intrascendente si a ustedes les llegara a resultar
significativo el contenido de la misma; cosa que a mi parecer, así ha de
suceder.
Por otra parte, considero
pertinente hacerles saber que aunque hoy en día la tecnología ofrece una amplia
gama de formas para establecer una comunicación inmediata, yo me inclino por la
tradicional y siempre cautivadora carta manuscrita, aunque haya caído en
desuso. En ella percibo un carácter pedagógico, personal y afectivo que quizá
no se encuentre en ese conglomerado de “redes sociales”, que si bien es cierto
tienen un papel importante en la agitada vida moderna, no veo por qué
desestimar la clásica comunicación de la tinta y el papel, siendo que en su
auge aportó mucho al progreso de la humanidad. Puedo citar como un ejemplo, por
analogía, el sencillo lápiz, quien sin hacer aspavientos tecnológicos se
mantiene en uso al lado de la versátil y siempre dinámica computadora, de las
tabletas, Smarthfon, y demás productos del avance vertiginoso en la tecnología.
Y qué decir del mirífico e
imperecedero libro tradicional con sus frágiles hojas vulnerables al paso del
tiempo, como la piel y el cabello de sus autores o de sus dueños. ¡Oh mis
libros, mis amados libros!, siempre sensibles al fuego, al agua, al rose de las
manos y hasta al silencio del olvido. Maravillosos libros en físico que se
pueden tocar, abrazar, subrayar, escribirles notas, doblar sus páginas para
marcarlas, guardar fotos, tarjetas; llevarlos como compañeros en la soledad,
consejeros en la incertidumbre, maestros en la ignorancia, consuelo en la
derrota. Mis leales libros que son conocimiento, pasión, ternura, fantasía,
deseo, luz, sentimiento… Todo eso y más es un libro, con sus particulares
detalles que difícilmente se pueden experimentar con una versión digital que si
bien es cierto contiene el mensaje escrito, le falta ese toque emotivo que
podemos encontrar en este instrumento que se aferra a tus manos y de tanto
tenerlo, lo haces parte de ti mismo…
Retomando el contenido
original paso a decirles que el propósito que me mueve a escribirles es invitarles
a recorrer los confines del saber y el quehacer humano a través de los libros;
buscando en ellos la magia de la literatura que tanto cautiva, agrada; y cuánto
nos enseñan desde sus sublimes páginas que se abren para ofrecernos horizontes
nuevos, amplios y tan cautivadores, como sólo un libro puede hacerlo.
Sin más a que referirme por
ahora, y con la plena confianza que la presente les anime a la lectura
constante, me despido deseando que todos tengan una clara conciencia de lo que
implica celebrar el día del Libro y del Idioma.
Edgar Barrios
(El Escribidor de
Cartas)
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