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lunes, 9 de enero de 2017

Enseñar a los niños a respetarse

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Como padres y docentes, siempre nos preocupamos por educar a los pequeños en matemáticas, ciencias, modales, entre muchas otras temáticas. Sin embargo, a veces nos olvidamos de un tema de gran importancia a lo largo de la vida: el respeto a uno mismo.


Qué es el autorespeto

El autorespecto es sencillamente respetarse y quererse a uno mismo. El autorespeto es la otra cara de la autoestima porque “valorarse a uno mismo” nos hace “respetarnos”.
De esta manera, quererse a uno mismo es el primer paso para lograr que otras personas nos respeten porque si nosotros no nos respetamos, ¿cómo podrá otra persona hacerlo? Esta justamente es nuestra tarea como padres y docentes: enseñar a los niños que para obtener respeto, es necesario respetarse a uno mismo. Suena fácil pero… ¿cómo hacerlo?


Enseñar a los niños a respetarse a sí mismos: 10 pasos


Como suele suceder, enseñar un concepto tan abstracto como el autorespeto no es sencillo ¡pero tampoco es misión imposible! A continuación te presentamos un paso a paso para enseñar a los niños a respetarse y quererse.

1. Aceptar las diferencias


Cada persona, cada niño, es único y diferente ¡y eso es lo que nos hace especiales! Ser distinto a un amigo, a un hermano o a los padres no es malo, por el contrario es una ventaja ya que todos podemos enriquecernos sobre la base de esas diferencias.

¿Por qué hacemos especial hincapié en este punto? Pues porque uno de los disparadores del bullying o acoso infantil suelen ser las diferencias: se ataca a quien es distinto y ¿hay algo mejor que vivir en una sociedad donde todos somos diferentes, acaso preferiríamos vivir en un mundo donde todos pensásemos y sintiésemos igual? Seguramente no. Ayuda a tu hijo a comprender el gran valor de las diferencias.

2. Sé un ejemplo


Los niños aprenden por el ejemplo. Si tú le respetas y te respetas a ti mismo, ellos querrán hacer lo mismo. Si tú pregonas que hay que decir la verdad y luego, mientes, estarás enviando un mensaje confuso a los pequeños. Respetarse a uno mismo implica ser fiel a las propias convicciones.

3. Cría a tu hijo con valores


La empatía, la honestidad, la piedad son algunos de los valores que han caído en desuso en estos días. Rescátalos y muéstrale a tu hijo lo bien que uno puede sentirse al ser honesto con uno mismo y con los demás y al ponerse en el lugar de otra persona, antes de criticar o atacar. Probablemente, si todos los padres y docentes nos preocupásemos más por este punto, existirían menos bullies (agresores que perpetran acoso escolar) en el mundo.

4. Enseña a tu hijo que tiene derecho a decir no


Este punto está íntimamente ligado con el acoso sexual. Tu hijo es dueño de su cuerpo, de su mente, de sus decisiones y de su vida. Por tanto, tiene derecho a decir que no, siempre que así lo sienta. Explícale que no habrá consecuencias negativas por no querer hacer algo que no le gusta. Esto es fundamental para que los niños no se sientan forzados a someterse sexualmente o a guardar secretos que pueden terminar en un abuso.

5. Respeta a tu hijo


Los padres exigimos respeto de nuestros hijos, ¿verdad? Pues bien, ellos merecen que les tratemos con el mismo respeto que pedimos. No dudes en respetar los deseos de tu hijo (siempre y cuando no pongan en riesgo su integridad), en escucharle y responder a sus necesidades.

6. Explica a tu hijo que pedir ayuda es de valientes


Sólo aquellas personas fuertes de espíritu pueden pedir ayuda sin sentirse “menos”. Esta es una enseñanza que los peques deberían aprender muy temprano en su vida porque no sólo les ayudará a afrontar las dificultades de la mejor manera posible, sino que les permitirá confiar en ti si se presentase algún problema en el colegio (bullying), redes sociales (ciberbullying) o por teléfono (acoso a través del teléfono) o si existiese algún intento de abuso o maltrato.

7. Evita las etiquetas


El autorespeto se construye casi como un espejo del respeto que los demás nos profesan. Es decir que si etiquetas a tu hijo o alumno, es probable que él se sienta realmente merecedor de dicha etiqueta. Por ejemplo, si dices a tu hijo que es un “niño malo”, seguramente él termine creyendo que es realmente malo, en lugar de entender que ha actuado mal en un momento puntual. Las etiquetas dificultan que los niños se valoren, se quieran y por ende, se respeten a sí mismos.

8. Hazle sentir seguro


Sentirse seguro es el primer paso hacia la independencia y pocas cosas influyen más en el autorespeto que saberse capaz de hacer algo por sí mismo de manera correcta. Fomenta el aprendizaje prueba y error (en situaciones sin riesgo, claro) y felicita a tu hijo cuando adquiera autonomía.

9. Escúchale y habla con él


Una buena comunicación permitirá que tu hijo hable contigo de cualquier tema, exponiendo sus dudas y miedos y compartiendo sus deseos contigo. Esta apertura emocional os permitirá mantener una estrecha relación de respeto mutuo y, como ya hemos dicho, el respeto es un espejo: si tu hijo ve que le respetas, se respetará a sí mismo y al mismo tiempo, a ti también.

10. Elogia a tu hijo


La autoestima y el autorespeto se construyen desde la mirada de los otros. Elogia a tu hijo, aún cuando no haya salido campeón u obtenido un 10. La diferencia fundamental entre el elogio que ayuda a fundar el respeto personal y el elogio que fomenta el ego es que en el primero se felicita por el proceso, por el esfuerzo más que por el resultado, mientras que en el segundo caso, el elogio viene de la mano de un resultado concreto. ¿En qué caso te parece que ayudarás a fundar el autorespeto de tu peque? Claro que sí: elogiando el proceso, su trabajo y esfuerzo, estarás enseñándole que el resultado no es lo más importante sino lo que se aprende en el camino.

Enseñar a los niños a respetarse es fundamental para crear una sociedad más justa, más honesta y más sana pero además, es esencial para darle a los niños herramientas que les permitan defenderse en diferentes situaciones que pueden hacerse patentes a lo largo de su infancia, adolescencia y vida en general.



Fuente: www.blog.educo.org

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Esta institución, nacida del corazón de esta comunidad de San Jacinto, vio sus primeras luces de la mano de aquel grupo de pioneros docentes y de estudiantes que hoy son parte de una generación que ha construido el país, permitiendo que aquel pequeño pulso de hombres y mujeres progresivamente fuese creciendo para conformarse como una de las instituciones que acogen un número significativo de estudiantes de las distintas partes de la zona en la que se ubica.

Han sido años muy importantes, las generaciones pasadas han logrado al menos transitar en dos o tres oportunidades con nuevos hijos de esta nación, la cuna del aprendizaje les llevo de la mano hasta cruzar la meta deseada e iniciar la gesta en una forma que no cansa.

El corazón de los docentes de hoy, viven embargados en sus corazones del mejor afecto presente y de quienes ya pasaron, así mismo, los docentes que partieron al otro lado del camino, son recordados con afecto por esa labor imborrable que demarcaron sus vidas.

Si bien, esta institución ha transitado por momentos complejos en función a hechos violentos que siempre son lamentables, la realidad es que el balance permite determinar que nuestros éxitos han sido mayores que nuestros errores, es posible que no todos sepan de nuestras glorias, pero hemos sido determinantes en espacios donde pocos han logrado.

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