Te responderé con 6 razones
1. Porque tú los dejas
Hacen lo que hacen porque tú se los
permites. Los hijos se convierten en lo que son, porque sus padres lo permiten,
así de sencillo. Si tu hijo está haciendo un desastre de su vida, tú saldrás
con mil excusas: le vas a echar la culpa a la música que escucha, a las
películas que ve, a lo que lee (cuando lo hace), a la violencia que transmite
la televisión, al sistema educativo o a la presión que ejerce la sociedad
(amigos)… se ha escuchado muchas veces esto y otras cosas más. Así que deja de
lado las excusas y piensa en esta verdad: Tus hijos son el resultado de tu
forma de educarlos o de la falta de la misma.
2. No hay consecuencias de mal comportamiento
Los padres dejan hacer a sus hijos lo que
quieran, con muy poca información de lo que es aceptable y de lo que no lo es.
Si ellos hacen algo mal y no hay consecuencias lo volverán a hacer, porque
conducta que no tiene consecuencias, conducta que se repite. Ahora bien, el ‘’castigo’’
debe ser acorde a la falta cometida, sin excesos.
3. Tú le dices a tus hijos que son especiales
Quizás no vas a estar de acuerdo con esto,
créeme, a mí también me resultó difícil entenderlo y aceptarlo, pero es una
realidad. Si tú eres de los que cree que su pequeño ángel es especial, lamento
decirte que no lo es, o que por lo menos solo lo es para ti y para nadie más. Y
si se lo dices constantemente, lo estas perjudicando antes que ayudarlo, porque
él crece creyendo que TODOS tienen que verlo como TÚ lo ves y no es así. Una
vez que cruza la puerta para ir a la escuela, él solo es un niño más en la
lista de su escuela, y no hay nada de especial acerca de él. En este mundo
real, tu hijo no es un príncipe ni una princesa, solo es un niño más.
Debes hacerles entender y que lo aprendan, a
crecer sabiendo que al instante que dejan tus amorosos brazos y entran al mundo
real, nadie los amará por la única razón de que ellos existen, como lo haces
tú.
4. Tú haces que tus hijos sean la cosa más
importante en tu vida
Y no lo debes hacer. Tú piensas que sí,
pero no. cando tu dejas pensar a tus hijos que son la única persona más
importante en tu vida, ellos aprenden a manipularte y terminarás haciendo lo
que ellos te digan.
Tus hijos sí son importantes, no cabe
dudas y deben ser amados incondicionalmente. Pero, los padres que ponen por
encima de todo la felicidad de sus hijos y sacrifican sus propias vidas y
algunas veces su matrimonio o vida en pareja, estarán cometiendo un error que
con el tiempo se pagará grandemente.
Los hijos crecerán y por ley de vida harán
su propia vida fuera del hogar y aquellos padres que sólo se dedicaron a ser
padres por encima de todo, no sabrán qué hacer con sus vidas vacías y en
algunos casos se encuentran solos ya que se dedicaron tanto a ser padres que se
les olvidó o sacrificaron ser parejas y su pareja los dejó.
Lo peor viene después, cuando algunos
padres quieren pasarle factura a los hijos manipulándolos porque están solos,
envejecidos y sin una motivación, porque borraron toda posibilidad de crecer
como seres humanos.
5. algunas veces fallamos al ensenarles la
diferencia entre derechos y privilegios
Los hijos tienen entre otros, los
siguientes derechos: a la vida, a la educación, a jugar a la libertad de
opinar, a una familia, a la protección contra un trato negligente, a la alimentación.
Los privilegios son concesiones ganas por una acción determinada; a nuestros
hijos les compramos cosas, a veces, innecesarias, a cambio de nada.
Aunque sobre el dinero para complacer a tu
hijo, tienes que enseñarle a ganárselo, debe saber que las cosas que le gustan
tienen un precio y que hay que pagar por ello; incluso, esto te ayudara a la
negociación de actitudes y comportamientos.
6. Trabajas en el autoestima de tu hijo
La palabra autoestima es una palabra
compuesta por Auto: uno mismo y Estima: amor, es decir, amarse a uno mismo. Tú no
le puedes proporcionar una valoración positiva de él mismo. Se confunde el
animarlo y apoyarlo con aumentar su autoestima y cambiamos la regla de “si
tiene alta autoestima tendrá éxito en todo”, pero en realidad es al revés “si ha logrado el éxito es debido a su autoestima”. Así que si quieres que tenga
autoestima alta, enséñalo a que se empeñe por lograr sus metas.
Recuerda: cosechamos lo que sembramos. Seamos
buenos sembradores.
Jorge
Iglesias
Basado
en un artículo de: padres al rescate de los valores
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