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martes, 30 de mayo de 2017

50 años de leyendas en Cien años de soledad

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 El 30 de mayo de 1967 se imprimió la primera edición de la obra maestra del premio Nobel de Literatura colombiano.

Se sabe que fue en mayo de 1967 cuando la Editorial Sudamericana, de Buenos Aires, terminó la primera edición de Cien Años de Soledad, de Gabriel García Márquez. También es claro, para muchos, que las leyendas alrededor de la escritura de este libro no comenzaron ni terminaron en ese momento en que, según palabras de Tomás Eloy Martínez, la fama le “cayó como un rayo” al escritor colombiano.

Esas palabras las emitió el autor de El vuelo de la reina cuando era jefe de redacción de Primera Plana.

Hay tantos rumores en torno a esta novela. Unos infundados; otros, tergiversados. Tergiversados a veces por el mismo autor, que era experto en torcer la realidad, cosa que han comentado sus dos biógrafos, Gerald Martin y Dasso Saldívar.

Este último contó en un encuentro propiciado por la Universidad de Antioquia en agosto de 2014, que con Gabo todo, hasta el más mínimo detalle, tuvo que confirmarlo para escribir Un viaje a la semilla. El del nacimiento, por ejemplo: Gabo decía que había nacido en 1928 y fue en el registro civil que se supo que había nacido un año antes.

“La vida no es como uno la vivió, sino como uno la recuerda y cómo la recuerda para contarla”, dijo García Márquez en el epígrafe de Vivir para contarla.

Algunos más dicen que esta novela tenía 1.300 páginas, antes de una revisión exhaustiva del autor que la dejó en 490. También hay quienes afirman que durante años, Gabo anduvo por el continente con un manuscrito de 700 folios.

Lo que sí está documentado es que Cien años de soledad está incluida entre las cien mejores novelas en español del siglo veinte, según el periódico El Mundo, de España, y entre los cien mejores libros de todos los tiempos según el Club del Libro de Noruega. Que de acuerdo con cifras de las editoriales que lo han publicado oficialmente —no pirata—, lleva más de 30 millones de ejemplares impresos.

Fuente: www.elcolombiano.com/cultura/literatura/ POR JOHN SALDARRIAGA

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Esta institución, nacida del corazón de esta comunidad de San Jacinto, vio sus primeras luces de la mano de aquel grupo de pioneros docentes y de estudiantes que hoy son parte de una generación que ha construido el país, permitiendo que aquel pequeño pulso de hombres y mujeres progresivamente fuese creciendo para conformarse como una de las instituciones que acogen un número significativo de estudiantes de las distintas partes de la zona en la que se ubica.

Han sido años muy importantes, las generaciones pasadas han logrado al menos transitar en dos o tres oportunidades con nuevos hijos de esta nación, la cuna del aprendizaje les llevo de la mano hasta cruzar la meta deseada e iniciar la gesta en una forma que no cansa.

El corazón de los docentes de hoy, viven embargados en sus corazones del mejor afecto presente y de quienes ya pasaron, así mismo, los docentes que partieron al otro lado del camino, son recordados con afecto por esa labor imborrable que demarcaron sus vidas.

Si bien, esta institución ha transitado por momentos complejos en función a hechos violentos que siempre son lamentables, la realidad es que el balance permite determinar que nuestros éxitos han sido mayores que nuestros errores, es posible que no todos sepan de nuestras glorias, pero hemos sido determinantes en espacios donde pocos han logrado.

Nuestros estudiantes y docentes han sido distinguidos en diversas oportunidades por alcanzar metas que otras instituciones escasamente han conocido, de las manos de estos hijos han salido las obras del trabajo coordinado. Las glorias del éxito han sido llevadas hasta más allá de las fronteras del país.

Sirva esta ventana digital para mostrar al mundo, que somos una comunidad de docentes, estudiantes, personal administrativo, de mantenimiento, directivos y demás quienes todos los días arreamos el sol para iluminar nuestros esfuerzos.